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Ejemplares en líquido

 

 

 

Las salamandras, junto con los tritones, pertenecen al grupo de los anfibios urodelos, es decir, aquellos que conservan una cola bien desarrollada en estado adulto. Por el contrario, los anuros, las ranas y los sapos, pierden la cola tras la metamorfosis del renacuajo. Ambos grupos también se pueden diferenciar por su modo de locomoción, pues mientras los urodelos se desplazan sobre la tierra caminando, los anuros lo hacen mediante saltos. Todas las especies de anfibios se encuentran protegidas por la ley.

 

 

 

 

 La introducción de especies alóctonas, es decir, que no son originarias del lugar en el que se sueltan, ha resultado ser uno de los principales problemas relacionados con la pérdida de biodiversidad. La presencia de esos exóticos invasores afecta seriamente a aquellas especies propias de la región que poseen modos de vida similares. Ese ha sido el motivo del declive de las poblaciones del cangrejo de río propio de la Península Ibérica. El Austropotamobius pallipes, especie autóctona que antaño poblaba la mayor parte de los ríos de España y Portugal, ha sido desplazado por otros, como el cangrejo rojo americano, especie originaria del Golfo de Méjico introducida masivamente por su elevada rentabilidad comercial en zonas como las marismas del Guadalquivir, o el cangrejo señal, otra especie norteamericana que se ha adueñado de buena parte de los cauces de la Meseta Norte.

 

 

 

El cuerpo de los equinodermos presenta una simetría radial, es decir, sobre el mismo se pueden trazar varios planos imaginarios que permiten dividirlo en dos mitades iguales. Una organización de ese tipo es rara entre los animales, ya que la mayor parte de los grupos exhiben una simetría bilateral, también llamada especular, con un único plano posible, denominado “plano sagital”. La morfología radial de los equinodermos es fácilmente visible en el cuerpo de las estrellas y de los erizos de mar. Sin embargo, en el caso de la holoturia o pepino de mar de la fotografía resulta menos evidente. Las holoturias son animales filtradores que viven semienterrados en el fondo marino. Para defenderse, estas criaturas de escasa movilidad regurgitan parte del contenido estomacal con el objetivo de desagradar y desorientar a sus atacantes.

 

 

Caracterizados por la presencia de apéndices articulados como el resto de los artrópodos, los crustáceos poseen una cutícula fuertemente mineralizada que confiere gran rigidez al cuerpo del animal. Mayoritariamente marinos, unas cuantas especies han colonizado los ambientes fluviales e incluso las hay que viven en medido aéreo húmedo, como la conocida cochinilla de la humedad o bicho-bola que puebla sótanos y bodegas. Una buena parte de los apreciados mariscos pertenece al grupo de los crustáceos. En las especies del grupo de los Braquiuros (con abdomen reducido), como el buey de mar (Cancer pagurus) de la fotografía, la nécora o el centollo, la mayor parte de la carne que se aprovecha se encuentra en las gruesas patas y en el interior del caparazón. Por el contrario, en los llamados Macrouros (con abdomen desarrollado), como la langosta, el bogavante o la cigala, la parte más apreciada es su musculosa cola.

 

 

 

Autor: Santiago Aragón



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