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Catedráticos de Ciencias

Algunos de los catedráticos de Ciencias que enseñaron en el Instituto-Escuela fueron:

Luis Crespí Jaume (1889-1963)

Comenzó su carrera profesional en Madrid como ayudante del Laboratorio de Geología del Museo Nacional de Ciencias Naturales, donde, bajo la dirección del profesor Hernández Pacheco, se ocupó del estudio de los terrenos geológicos de la Península Ibérica en relación con la Agricultura. En 1916, obtuvo la cátedra de instituto en la especialidad de Agricultura y Técnica agrícola. En 1917, estuvo pensionado en Francia para estudiar Fisiología vegetal con Leclerc du Sablon y Patología agrícola. Fue catedrático de Agricultura en el Instituto-Escela de 1918 a 1936. En 1924, fue pensionado por la JAE para estudiar los líquenes en Portugal y el funcionamiento de la enseñanza agrícola en los principales centros de Secundaria en Francia y Bélgica. En 1927, participó en una expedición de estudio a Los Ancares, como resultado de la cual se publicaron nuevas especies de hongos en el Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural. En esa expedición también tomó notas sobre la arquitectura popular (pallozas) que luego publicó la JAE. En 1933, Luis Crespí fue nombrado Secretario de la Junta de Sustitución de las enseñanzas. Desde 1936 a 1938 fue Presidente en ejercicio de la Real Sociedad Española de Historia Natural. En Madrid, en el curso 1937-38 enseñó en el Instituto Pérez Galdós y se trasladó al de San Isidro en 1939, año en el que fue depurado y separado de su cátedra por las autoridades del régimen franquista. Hasta que se reincorporó de nuevo a la docencia, trabajó en la industria farmacéutica. En 1954, se resolvió su expediente de depuración y recuperó la categoría que le correspondía en el escalafón. Se jubiló en 1959 en el Instituto San Isidro.

Juan Dantín Cereceda (1881-1943)

Fue catedrático de Geografía Física, Ciencias Naturales y Agricultura. Desde 1911, trabajó para el Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid) con Hernández Pacheco, que dirigió su tesis doctoral. En 1913, obtuvo una beca de la JAE para estudiar en París y Lyon. En Francia, conoció a Vidal de la Blache, el renovador de la Geografía francesa, y a su discípulo De Martonne, referencia fundamental de la Geografía Física francesa, que le influyó notablemente con su visión de la Geografía Regional. Fue catedrático de Geografía Física, Ciencias Naturales y agricultura en el Instituto-Escuela durante tres cursos, entre 1918 y 1921. Cuando en 1921 abandonó el Instituto-Escuela, se trasladó al Instituto San Isidro. En los años 20, colaboró estrechamente con el Centro de Estudios Históricos (CEH) en la sección de Filología, y en los años 30, con la sección americanista que dirigía Américo Castro. Fruto de esta colaboración fue la publicación conjunta con V. Loriente Cancio de un Atlas histórico de la América hispano-portuguesa, que vio la luz en 1936. También participó en los cursos de verano para extranjeros que el CEH organizaba, bajo la dirección de Ramón Menéndez Pidal, en conferencias y excursiones de carácter geográfico. Cuenta en su haber con numerosísimas publicaciones sobre temas de agricultura y plantas y, en particular, sobre Geografía, disciplina de la que fue uno de sus principales renovadores en España.

José Estalella Graells (1879-1938)

Licenciado en Física y Química, se doctoró en 1902 con una tesis sobre la aplicación de los rayos X a la determinación de los pesos atómicos. Empezó a trabajar como profesor auxiliar en la Universidad de Barcelona y como ayudante de la estación meteorológica de esta ciudad. En 1905 obtuvo una cátedra de Instituto en Gerona. En esta etapa, que se prolonga hasta 1919, combinó su vocación pedagógica con la investigación. Publicó textos de ejercicios teóricos y prácticas de laboratorio y compendios, manuales y fichas para ayuda de los estudiantes, junto a otros trabajos de investigación y de divulgación sobre temas de Física. Fue catedrático de Física y Química en el Instituto-Escuela entre 1918 y 1921. Antes de incorporarse al Instituto-Escuela, fue enviado al sur de Francia, Suiza y Norte de Italia para conocer las instalaciones y los métodos de laboratorio de centros de Enseñanza Secundaria. Después de dos cursos en el Instituto-Escuela, se trasladó a Tarragona en cuyo instituto permaneció hasta 1932, año en el que se le nombró director del Instituto-Escuela “Parque de la Ciudadela” de Barcelona, que acababa de crear la Generalitat de Cataluña. En 1932-33, también presidió la Sociedad Catalana de Ciencias Físicas, Químicas y Matemáticas. Simultaneó su actividad docente con el trabajo de asesor y traductor de la editorial Gustavo Gili. Entre sus libros de texto, destaca el titulado Ciencia recreativa, reeditado en numerosas ocasiones, la última en 1979

José A. Sánchez Pérez (1882-1958)

Fue catedrático de Matemáticas entre 1918 y 1936. Era licenciado en Ciencias Exactas, pero también había estudiado algunas materias de Filosofía y Letras, por lo que siempre se sintió muy cercano a la Historia. Desempeñó un papel muy activo en los asuntos administrativos del Instituto-Escuela. Gestionó la caja de las excursiones y elaboró la propuesta de los estudios que se debian convalidar en otros institutos a los alumnos que abandonan el Instituto-Escuela. En su haber, tiene un currículo profesional muy brillante. Desde 1918 fue académico de la Real Academia de la Historia; en 1930 fue nombrado socio de la Internationalis Scientiorum Historiae Comitatis, y en 1934 académico numerario de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Fue socio fundador de la Asociación Española de historiadores de la Ciencia en España. Todos estos datos aparecen registrados en su expediente administrativo, en el que constan veinte publicaciones. Entre ellas hay algunas sobre historia de la ciencia y de científicos arábigo-españoles; también se encuentra una sobre metodología matemática. Desde 1929 a 1937 fue secretario de la Sociedad Matemática Española, donde se relacionó con Rey Pastor y Puig Adam. Cuando en 1939 se suprimió el Instituto-Escuela, su nuevo destino fue el Instituto Isabel la Católica, en el que permaneció hasta 1942. En este Instituto fue nombrado interventor accidental para no dejar paralizada la vida económica y administrativa del centro. Su expediente de depuración debió de resolverse de forma positiva, aunque no consta en el archivo. Sólo hay un documento en el que figura estar pendiente de depuración. En el mismo documento hay una referencia en la que Sánchez Pérez figura como secretario del Instituto Benito Arias Montano del CSIC. En 1942, se trasladó al Instituto Beatriz Galindo (Madrid) donde se jubiló en 1952.

Miguel A. Catalán Sañudo (1894-1967)

Se hizo cargo de la cátedra de Física y Química de 1920 a 1933. Desde 1914, año en que se trasladó de Zaragoza a Madrid, colaboró con el Laboratorio de Investigaciones Físicas de la JAE, en la sección de Espectrografía. Estuvo pensionado en 1920 en Inglaterra y estudió, además de Espectrografía, la enseñanza de la Física y Química. En 1921, realizó el descubrimiento de los “multipletes”, a raíz del cual estrechó su contacto con los científicos más prestigiosos de su campo, como el alemán Sommerfeld. Con él estuvo en Munich en 1924, también becado, en esta ocasión por la Educational Board de la Fundación Rockefeller. En 1932, se incorporó al recién creado Instituto Nacional de Física como director de la sección de Espectrografía. En 1933, abandonó el Instituto-Escuela para ocupar la cátedra de la Fundación Conde de Cartagena en la Academia de las Ciencias. En 1934, es nombrado Catedrático de Estructura atómico-molecular y Espectrografía en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Madrid. Después de la Guerra Civil fue depurado, pero en 1946 recuperó su cátedra y, aunque no pudo volver al Instituto Nacional de Física, se incorporó como investigador al Instituto Nacional de Óptica del CSIC. Su aportación científica fundamental fue el descubrimiento de los “multipletes” en el espectro del arco de manganeso. Publicó más de setenta trabajos de investigación sobre Espectroscopia. La comunidad científica internacional le reconoció esta aportación dando su nombre a uno de los cráteres de la Luna. Además de un gran científico, fue también un extraordinario profesor que trató de imbuir en sus alumnos el método indagatorio y deductivo de los científicos. Para sus discípulos escribió junto a andrés León tres libros sobre Métodos para la enseñanza cíclica de la Física y Química.

Antonio Marín y Sáenz de Viguera (1889- ¿?)

Antes de llegar a catedrático de Ciencias Naturales, fue profesor aspirante en el Instituto-Escuela entre 1918 y 1920. Ocupo la cátedra desde 1920 a 1936. En 1916, estuvo pensionado durante los tres meses de verano en los Laboratorios de Biología Marina de Santander, dependientes de la JAE. En 1919, estuvo pensionado nuevamente durante otros tres meses en España, en el Laboratorio de Hidrobiología de Valencia. En 1933, solicitó una pensión en Suiza, Francia y Bélgica para estudiar metodología de las Ciencias Naturales, que no llegó a disfrutar. En 1937, aparece adscrito provisionalmente al Instituto Luis Vives de Valencia. En 1939, tomó posesión de la plaza de catedrático de Ciencias Naturales en el Instituto Beatriz Galindo de Madrid. En 1946, pidió el traslado al Instituto Milá y Fontanals de Barcelona, donde trabajó hasta su jubilación.

Julio Carretero Gutiérrez

Desempeñó la cátedra de Matemáticas desde 1921 a 1936. Antes de llegar al Instituto-Escuela, había dado clases de Geometría Analítica en la universidad y fue también por oposición profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. Al igual que José A. Sánchez Pérez tiene una participación muy activa en la vida administrativa del Instituto-Escuela. Con éste y Luis Crespí, más los dos profesores delegados correspondientes, formó parte de la Junta Económica que se creó en el Instituto-Escuela en el curso 1930-31. Ya en la época de la II República, se encargó con Andrés León de la gestión de los intercambios escolares a instancia de la Junta de Relaciones Culturales del Ministerio de Estado, y dirigió la colonia escolar de La Granja de San Ildefonso. Cuando en 1933 se creó la figura del Secretario del Instituto-Escuela, fue él quien la ejerció para las cuatro secciones. Antes había sido el responsable de la Secretaría y Tesorería de la “Sociedad Cooperativa de excursiones”, que funcionaba desde el curso 1923-24. En el currículo que presentó a la JAE para ser contratado en el Instituto-Escuela, aportó la publicación de varios trabajos en la Revista de la Sociedad Matemática Española. En 1939, se incorporó al Instituto Isabel la Católica, donde fue nombrado secretario e interventor accidental. Este último nombramiento se hace definitivo en 1940, pero en 1941 fue depurado y apartado del servicio. Hay un escrito de 1956 en el que se insta al director del Instituto Isabel la Católica a informar sobre la conducta moral, política y religiosa mientras Julio Carretero había sido profesor del centro, por estar en revisión su expediente de depuración.

Federico Gómez Llueca (1889-1960)

Obtuvo la cátedra de Historia Natural, Fisiología e Higiene en 1913. En 1919 estuvo pensionado en Suiza para estudiar Zoología. En 1920, volvió a estar pensionado en Francia, Suiza e Italia para estudiar Paleontología y temas de interés educativo. En su expediente administrativo, consta que era doctor en Ciencias Naturales y en Farmacia. Desde 1921 a 1936 desempeñó su actividad docente en el Instituto-Escuela. Trabajó con el Museo Nacional de Ciencias Naturales y asistió a varios congresos internacionales de Geología. En 1928, volvió a estar pensionado en Francia y Alemania para estudiar Paleontología en los museos de Ciencias de Lyon, París y Munich. Su obra Los numulítidos de España tuvo un gran reconocimiento científico de diversas instituciones, entre ellas de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. En 1940, se incorporó al Instituto San Isidro (Madrid) y en 1941 pasó al Beatriz Galindo (Madrid) donde se jubiló en 1959, a los 68 años.

Andrés León Maroto (1893- ¿?)

Catedrático de Física y Química desde 1917, impartió clases entre 1921 y 1936. Fue un profesor entusiasta en la aplicación de los nuevos métodos de enseñanza activa, como consta en las memorias del Instituto-Escuela. Se implicó a fondo en todas sus actividades, incluida la gestión de los intercambios escolares por delegación de la Junta de Relaciones Culturales del Ministerio de Estado, tarea que compartió con Julio Carretero. En algunas ocasiones, acompañó a los alumnos en los intercambios que se hicieron con Inglaterra. En 1929, fue pensionado por la Ramsay Memorial Found, a propuesta de la Academia de las Ciencias de Madrid, para realizar en Inglaterra trabajos de investigación de Química Orgánica. Allí estudió con el profesor Robert Robinson, quien después sería premio Nobel de Química. Andrés León escogió para su labor investigadora el estudio de los colorantes de flores y frutos. A su regreso a España, trabajó en el Instituto Nacional de Física, en la sección que dirigía Antonio Madinaveitia, quien lo había avalado científicamente para ir a Londres. En 1933, volvió por tres meses a Inglaterra para hacer estudios sobre la síntesis de la malvina. Ya en tiempos de la II República, José Castillejo lo eligió para dirigir la Fundación del Amo, una nueva Residencia de Estudiantes en la recién creada Ciudad Universitaria de Madrid, que apenas funcionó unos meses por el estallido de la Guerra Civil. Acabada la contienda, Andrés León, depurado, perdió la cátedra del Instituto-Escuela, su trabajo en el laboratorio del Instituto Nacional de Física y la dirección de la fundación. En 1941, se le trasladó al Instituto de Cabra (Córdoba), con inhabilitación para ejercer cargos públicos, en cumplimiento de la sanción impuesta por el expediente de depuración, (Gazeta) Durante un tiempo, se dedicó a trabajar para laboratorios farmacéuticos, igual que Miguel A. Catalán y otros químicos. En Mérida, trabajó en los laboratorios del Matadero, a la vez que dio clases en el instituto de esta ciudad. En 1968, figura como miembro de número de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Francisco Poggio Mesorana (1904-1990)

Catedrático de Física y Química en el Instituto-Escuela de 1932 a 1936. Antes había sido profesor aspirante durante cuatro años, desde el curso 1926-27. Su tesis doctoral sobre la estructura del espectro del wolframio fue publicada en 1935. En fechas posteriores, llegó a publicar cinco importantes trabajos donde ampliaba sus observaciones sobre el tema tratado en la tesis. La última de sus publicaciones, Caracterización y valoración de las porfirinas en líquidos biológicos, obtuvo el premio Ramón y Cajal en 1946. En 1942, se resolvió su expediente de depuración. Cuando en 1954 es nombrado Comisario Director del Instituto Español en Lisboa, era catedrático en el Instituto Ramiro de Maeztu. En 1955, fue nombrado inspector general de Enseñanza Media por el Ministerio de Educación.

Autoría: Encarnación Martínez Alfaro



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