Geología y Mineralogía - Cardenal Cisneros
La transmisión de conocimientos, especialmente en ciencias, a menudo precisa del apoyo de material didáctico para facilitar la visualización de los conceptos. Aun a riesgo de distorsionar la realidad, el empleo de objetos que permiten acercar, agrandar, ilustrar o palpar está plenamente legitimado en favor de una mejor compresión.
Buena parte de los modelos anatómicos conservados en el gabinete fueron adquiridos en París. La capital francesa contaba con numerosos establecimientos privados dedicados a la venta de material de historia natural, negocios especialmente activos durante la segunda mitad del siglo XIX. Tramond, Auzoux, Boubée y Deyrolle son los nombres de los principales comerciantes dedicados a tan singular mercancía. La mayor parte de las tiendas han desaparecido en la actualidad y sólo una, la regentada por los descendientes de Deyrolle, continúa abierta.
La colección de modelos pedagógicos incluye una serie de maquetas geológicas adquiridas entre 1949 y 1952. La primera compra representa, en una doble maqueta, un fragmento de costa y un interior montañoso separados por un corte profundo que permite apreciar la estratigrafía de la corteza terrestre. Se compró en la empresa madrileña Sogeresa, especializada en material didáctico y hoy desaparecida. Poco tiempo después ingresaron una serie de maquetas realizadas por la empresa Geomorsos que reproducen relieves ibéricos entre los que figuran el cañón de Ordesa, la ría de Vigo, los páramos abarrancados de la Bardena navarra, la cuenca carbonífera de Puertollano, el archipiélago canario de Chinijo y el macizo central de la Sierra del Guadarrama. Sólo una, la del Mar de Hielo del Mont Balnc en los Alpes franceses, reproduce un paisaje no español, pues en la Península no existen lenguas glaciares. Junto a las maquetas citadas se conservan otras nueve mucho más pequeñas y de peor calidad que parecen corresponder a trabajos de alumnos y entre las que figuran una fosa tectónica, una falla, la destrucción de un acantilado o el perfil de un suelo de tipo “solonetz” (salino).
La Sierra del Guadarrama constituye un espacio emblemático para la historia de la enseñanza de las ciencias naturales en España. Lugar privilegiado para el excursionismo por su cercanía a la capital, sus parajes inspiraron a Francisco Giner de los Ríos y a los pedagogos de la Institución Libre de Enseñanza, que en numerosas ocasiones se desplazaron hasta allí acompañados por sus alumnos. La maqueta del IES Cardenal Cisneros reproduce la Sierra en su vertiente madrileña y en ella se reconoce con facilidad el embalse de Santillana, en Manzanares el Real. Esos territorios, junto con buena parte de la vertiente segoviana, se encuentran pendientes de una inminente declaración de Parque Nacional en la actualidad.
La enseñanza de la geografía física permite ilustrar las diferentes formaciones geológicas con ejemplos locales que facilitan el conocimiento profundo del país. Por eso, la maqueta empleada para explicar qué es una ría a los alumnos reproduce la de Vigo. Este entrante de mar en una tierra abrupta es fácilmente reconocible por la presencia de las islas Cies en su entrada. El pequeño archipiélago, junto con las islas de Oms, Sálvora y Cortegada, todas ellas en el litoral gallego, forma parte del Parque Nacional marítimo-terrestre de las islas atlánticas.
Frente a la inexistencia de ejemplos locales, algunas formaciones geológicas tienen que ser reproducidas con modelos teóricos sin relación directa con la geografía nacional. Es el caso del mar de hielo de la fotografía, en realidad un glaciar de tipo alpino con su característica lengua de hielo. El deslizamiento de esa enorme cantidad de agua helada por las laderas erosiona los sistemas montañosos dando una característica forma de U a los valles. Los únicos glaciares existentes en España se encuentran en los Pirineos. Se trata de acúmulos de hielo, llamados circos, que no llegan a formar lenguas. Tras su desaparición dan paso a los característicos lagos de montaña, conocidos como ibones en el Pirineo.
La relación entre el conocimiento geológico del terreno y la historia del país se hace patente en estos dos objetos del gabinete de ciencias naturales del IES Cardenal Cisneros. En el interior de unas pequeñas cajas se presentan sendos fragmentos de roca cuidadosamente cortados, uno de granito y otro de mármol blanco. Bajo las cubiertas aparecen pegados dos dibujos que ilustran el empleo de ambos materiales en construcciones emblemáticas de Madrid, como son el monasterio de El Escorial, en el primer caso, y la escalera central del Instituto Cardenal Cisneros, en el segundo.
Autoría: Santiago Aragón y Carmen Rodríguez Guerrero
Patrimonio del Instituto Cardenal Cisneros
